Para que sea útil, el conocimiento debe fluir desde las aulas, los laboratorios o la mente de los investigadores y creadores hacia el público en general como al especializado. Tarea primordial de la comunicación de la ciencia es tender los puentes que generen los diálogos y una retroalimentación enriquecedora entre ambos polos, y construir así una cultura que incorpore de una manera crítica y efectiva el conocimiento científico a la práctica cotidiana y al quehacer colectivo en aras de un desarrollo más armónico de la sociedad y con el entorno.
Bajo esta perspectiva, en esta obra se presentan diversos trabajos que muestran desde las tendencias de la investigación académica internacional en la comunicación pública de la ciencia hasta la utilización de los periódicos, la televisión, los blogs u otros medios para vincular a los científicos y el público, y trasformar las relaciones entre ellos en beneficio común, ya sea a través del análisis y difusión de problemas médicos, como el Sida, o socioambientales, como la contaminación del agua, hasta el utilizar los principios del branding (construcción de marca) para una mejor difusión del conocimiento científico.
Una obra de interés para todas aquellas personas involucradas en la generación y divulgación de la ciencia y la tecnología.