Dos novelas cortas se presentan en este volumen: Dimitas Arias y Salve, Regina. De la primera no hay quizá mejor descripción que la que el mismo autor hace del pueblo en el que pasa la anécdota: "tiene la hermosura de la miseria, la poesía de la tristeza, la nota pintoresca del desamparo". Y de su protagonista, el maestro contraído y deforme Dimas Arias, puede afirmarse lo que en la Homilía N.o 2 dice Carrasquilla de Tarugo (personaje de El puñao de rosas): "el desheredado, el paria, aquel harapo de la humanidad, se alza glorioso y transfigurado en el firmamento del arte".
Fue Eros quien abrió el camino que conduce del amor a la muerte, y es este camino el que deberá andar la protagonista de Salve, Regina. Novela tejida, como la mortaja de Regina, con las "hebras argentadas" del deseo, y en la que, en palabras de Luis Iván Bedoya, el "juego de espejos literarios y pictóricos dota a la narración de una riqueza y complejidad literarias que muestra el genio narrativo de Carrasquilla".