Después de haber terminado mis estudios en junio del 2016, con una ligera premeditación, pero sin ningún plan, decidí llenar mis maletas con mi poca ropa, y marchar a Europa dejando veintitrés años de mi vida en mi tierra natal.
En el 2013 había conocido a mi pareja de origen germano, la que fue en ese entonces la principal razón por la que de un día para otro dejara no solo mi casa, sino también a mi familia, tierra y cultura detrás de la inmensa cordillera de los Andes que confina a Chile en un rincón lejos del mundo. Marché para conseguir una nueva experiencia, pero esa nueva experiencia resultó ser una nueva vida naciente para mí, que cada día va teniendo un día más de aprendizaje y experiencia. Aquí te cuento mi experiencia de joven extranjero en un país de idioma complicado y humor gris como Alemania. Aquí te dejo mis días difíciles, mis quejas y dificultades, pero también los pequeños momentos de felicidad que alimentan mi diario. El diario de mi nueva vida.