En el texto se realiza un breve pero necesario recorrido por el camino del Museo como institución en Cuba desde la época colonial, demuestra cómo su nacimiento apuntaba hacia una tradición occidental que tuvo uno de sus máximos exponentes en la creación del Museo de Bellas Artes. Se expone cómo en un período de veintiún años, este museo fue motivo de las diferentes políticas culturales de la nación cubana y los avatares para que subsistiera como entidad cultural desde su fundación, pero esencialmente entre 1940 y 1961;en él se entrelazan: arte, estrategias, sociedad civil, tradición, patrimonio y política cultural durante ese período. La autora destruye los prejuicios y reduccionismos de muchos que parcelan la historia a través de los sucesos políticos, las creaciones artísticas y literarias, excluyendo la labor patrimonial, sin penetraciones hacia los pluralismos generados por las sociedades históricas. Interesante propuesta que enriquecerá el conocimiento sobre una institución emblemática de nuestro patrimonio cultural, no solo de los habaneros, sino de todos los cubanos y extranjeros que han visitado o deseen visitar ese lugar.