Este libro demuestra que es necesaria una reflexión filosófica radical para sacar la investigación del cáncer de sus puntos muertos. En último caso, será una reflexión sobre los supuestos que se asumen en los distintos planteamientos en la investigación del cáncer, sobre las implicaciones de cuanto se ha estado descubriendo a lo largo de cuarenta años y más de investigación, en los que se ha hallado un mayor sentido a los conflictos cognitivos y sociales y, por último, sobre la naturaleza de las entidades vivas con las que nos planteamos este fascinante baile epistemológico que conocemos como investigación científica.