El presente trabajo, que abarca un período desde alrededor de 1933, el año de la llegada del nacionalsocialismo al poder en Alemania, hasta los inicios de la Segunda Guerra Mundial, indaga, en términos generales, sobre las relaciones entre la Alemania nacionalsocialista y Colombia y, en concreto, acerca del sector de la aviación. Se parte de la idea de que las ofensivas alemanas en dicho terreno, es decir, aquellos intereses que tanto desde el Estado alemán como desde cierto sector privado tuvieron alguna influencia en Colombia, deben verse como una faceta clave en las relaciones entre los dos países. Todo esto es un buen termómetro para medir no solo un tipo de relación, sino también qué tan fuerte —o qué tan débil— era la influencia germana en el país.
Para entender mejor esta propuesta, ante todo, quiero presentar el debate sobre las relaciones de la Alemania nazi con América Latina, en general, y el referente a las aerolíneas alemanas, en específico. Para ello dividiremos las versiones de este debate en dos: en maximalistas y minimalistas. Las primeras, en términos generales, argumentaban ya en aquella época que todos los alemanes, fuesen las compañías comerciales, las comunidades enteramente nazificadas que realizarían obras de sabotaje tan pronto como Berlín se los ordenase, los diplomáticos, los viajeros, los espías, etcétera, eran parte de una red dirigida desde Berlín que preparaba el terreno para la futura invasión. Alemania quería el control político y la explotación de los recursos naturales de América Latina. Según esto, tenía una serie de apoyos en muchos países del mundo y, por ende, en América Latina y en Colombia.