Hace poco mĂĄs de un siglo, una familia partiĂł de Sorrento y se instalĂł en la ciudad argentina de Mar del Plata para abrir un hotel y luego una trattoria cerca de la playa. PodrĂa tratarse de una familia cualquiera de las tantas que inmigraron por esos años, pero esta tuvo una participaciĂłn especial en la cultura argentina: inventĂł los sorrentinos, una pasta que hoy se come en todo el paĂs. La trattoria pasĂł de las manos de los padres a las de los hijos, y del hermano mayor al menor, el Chiche, un hombre que amaba el cine, la porcelana comprada en Europa y la buena conversaciĂłn, alguien para el que el mal gusto era un rasgo imperdonable y que, apenas con una ocurrencia, podĂa convertir una situaciĂłn banal en una anĂ©cdota que se contara por años en las sobremesas.
Virginia Higa recogiĂł las piezas de un relato familiar para escribir una novela sobre este personaje inolvidable, y sobre mujeres y hombres de aparente sencillez que protagonizan amores eternos y soledades profundas, muertes, traiciones y canciones, anhelos de costas lejanas y profecĂas de videntes, mientras celebran el idioma comĂșn de un clan inquebrantable. Como en las mejores comedias âespecialmente las italianasâ, en Los sorrentinos todo se mezcla y se confunde: la risa con el llanto, el destino de una familia con el de un paĂs y la vida bien vivida con la mĂĄs afortunada de las herencias
"Virginia Higa desciende por vĂa materna de italianos y por parte del padre, de japoneses. En esta novela ha trabajado la lĂnea materna, mĂĄs precisamente las vicisitudes de Chiche, radicado en Mar del Plata e inventor de los sorrentinos. Por ella desfilan parientes, clientes, competidores, amigos y enemigos, y sorprenden en ella la pintura de personajes, el humor y la sabidurĂa en las transiciones. Esta novela se lee de un tirĂłn y no nos deja de sorprender".
Hebe Uhart
"Leve, precisa, tierna, delicada y luminosa. La historia de cĂłmo se inventaron los sorrentinos y de la familia que los inventĂł. Y en el centro de esa historia: Chiche, un personaje Ășnico, lleno de aristas, uno de esos personajes que recordaremos para siempre".
Federico Falco