Una noche de invierno.
Dos desconocidos.
Una fiesta exclusiva.
Un incidente propiciado por el alcohol. O, tal vez, por el destinoâŠ
Madrid, Ginebra, Nueva York.
El comienzo de una historia que no solo los cambiarĂĄ a ellos.
Cuando elegĂ vivir como un nĂłmada, en todas partes y en ningĂșn sitio, no supuse que ella aparecerĂa. ÂżCĂłmo iba a saberlo? No soy adivino, aunque, de haberlo sido, no habrĂa tenido tiempo para mirar bolas de cristal, cuando apenas me paraba a mirarme las mĂas⊠Dedicaba las veinticuatro horas del dĂa a solucionar los problemas de clientes muy importantes con cargos de extrema responsabilidad e interiores tan vacĂos como el mĂo. Ni los viajes, ni mi estatus social ni mi ĂĄtico de Manhattan me llenaban. Solo ella lo consiguiĂł. Ella, la persona mĂĄs alejada de mi mundo, la mĂĄs distinta de cuantos me rodeaban, la estrella inalcanzable: Vega.