Se llama Meryem, pero nadie escribe bien su nombre. Tiene veinticinco años y acaba de empezar a trabajar en las oficinas de SUPERSAURIO, la cadena de supermercados mĂĄs importante del archipiĂ©lago canario. En sus ratos de ocio, para evadir la tristeza, escribe fanfiction protagonizada por los personajes de Harry Potter, los de CrepĂșsculo y por sus compañeros de oficina. Tiene citas con hombres terrorĂficos, bebe demasiado cafĂ© y jamĂĄs dice lo que piensa. Todas las mañanas, antes de fichar, se repite a sĂ misma que no va a heredar la empresa, pero de vez en cuando se le olvida.
El debut literario de una autora con una voz Ășnica que enhebra humor y melancolĂa con la precisiĂłn de una criatura prehistĂłrica que acaba de probar la sangre humana por primera vez.
«Crecer aquĂ es que la guagua se te vaya en la puta cara y se te venga el mundo abajo porque esto no es Madrid, donde el metro pasa cada cinco minutos. AquĂ la 91 pasa una vez cada hora si tienes suerte. El trayecto desde Las Palmas (de Gran Canaria) a Puerto Rico (de Gran Canaria) son 73 kilĂłmetros de ida y otros 73 kilĂłmetros de vuelta que te toca comerte todos los dĂas de lunes a viernes. C. Tangana llora en la limo, tĂș en los asientos delanteros de la guagua un viernes por la tarde.»