Cosas que pasan porque sĂ, cafĂ©s que se tiran a la pileta sin beber, tostadas que se tiran a la basura sin comer, un funcionario que enloquece justo cuando estĂĄ llegando a su jubilaciĂłn, dos niños que se sumergen en la realidad deformada de la PlayStation, un televisor de Ășltima generaciĂłn, un sillĂłn confortable y la mejor cafetera posible. Santiago Ambao ha metido todos estos ingredientes en una coctelera y ha sacado de ella una historia brillante, bien batida y mezclada, aunque lo que la hace todavĂa mĂĄs grande es unirla a otra historia paralela, subterrĂĄnea, que transcurre al otro lado del mundo, una especie de trama polĂtica y econĂłmica, mezcla de realismo y ciencia ficciĂłn, o mĂĄs bien fruto de un realismo inquietantemente visionario.