Este libro revisa la historia de algunas profesiones para los casos argentino y chileno.
Se analiza cómo algunas profesiones, en rigor, se definían como la extensión formal de tareas de cuidado que histórica y naturalmente se les atribuían a las mujeres como propias, por ejemplo, las de enfermeras, parteras o asistentes sociales, y cómo las médicas se apropiaron de esas concepciones para trazar sus carreras políticas.
Asimismo se describen profesiones que exploran nuevos caminos como los emprendidos por maestras, escritoras y editoras, vendedoras o secretarias del comercio urbano establecido.
Finalmente, se auscultan las trayectorias laborales de los trabajadores ferroviarios y de los choferes y los encargados de casas, todos ellos empeñados en poner en valor sus particulares ocupaciones.