El amor se nombra de muchas maneras, se da a conocer con muchos rostros que lo hacen visible, tangible, evidente. El amor se declina como respeto o como responsabilidad, por ejemplo.
Amor que tiene su raÃz en el Dios de Jesucristo, el Hijo del Hombre, por quien el amor se nos ha hecho próximo para ser vivido y para ser compartido.