A João Paulo Cuenca le suceden experiencias cargadas con una alta dosis de latinoamericanidad, lo cual, ya sabemos, es bueno y malo. En 2011, después de haber formado parte de un zipizape vecinal, se enteró de que la policía tenía un acta de defunción a su nombre. La estupefacción de dicha noticia lo condujo a hacer lo mejor que pudo haber hecho: escribir esta novela. Aquí, Cuenca personaje y Cuenca escritor se adentran en una búsqueda para entender las razones de ese "fallecimiento"; el camino es un irónico retrato de un Río de Janeiro preolímpico y, como diría Vincenzo Rosenber, es un abrazo finísimo, que hace reir, entre lo fantástico y lo policiaco. Descubrí que estaba muerto ganó el Premio Machado de Assis por mejor novela, otorgado por la Biblioteca Nacional de Brasil, y fue finalista del Premio Jabuti. En 2016 fue adaptada al cine, escrita y dirigida por el propio Cuenca.