Este libro, producto de una colaboración entre una líder indígena, Dionisia Alfaro, y un amigo no-indígena, Juan Felipe Jaramillo, ofrecerá al lector la posibilidad de conocer una historia que muy pocos colombianos y colombianas han podido escuchar: la de las niñas y niños indígenas que fueron raptados en nombre de una política del Estado colombiano.
Esta historia tiene sus orígenes a comienzos del siglo XX, cuando varios misioneros y funcionarios estatales llegaron a la conclusión de que separar a los niños indígenas de sus padres constituía la mejor manera para 'civilizar y evangelizar' a los pueblos que habían sobrevivido a la conquista y seguían viviendo de manera autónoma en medio de la República.
El valor excepcional de este texto se debe, precisamente, a que permite acercarse a la historia de las políticas de 'civilización' de los pueblos indígenas en la Sierra Nevada de Santa Marta desde la perspectiva de una persona que las vivió en carne propia. Como lo descubrirán los lectores, el primer contacto de Dionisia Alfaro con la misión capuchina española sucedió cuando ella era todavía muy pequeña, en los años veinte. Una noche, un señor bunachi (persona no indígena, en lengua del pueblo arhuaco), que había sido contratado por la misión, se introdujo en su casa y la raptó para internarla forzosamente en el orfelinato. Como ella, cientos de niños arhuacos fueron arrancados a sus familias. Esta situación generó tanto dolor en la comunidad que empezó un conflicto abierto con la misión y las autoridades civiles.