Cuando le preguntaban a Gonzalo Rojas por el sentido de su poesĂa âleĂda hoy con el mayor interĂŠs en toda hispanoamĂŠricaâ explicaba que su tarea consistĂa en hacer "zumbar" las palabras, los versos, los poemas. Este zumbido no es equiparable a las formas que empleĂł âmĂŠtricas variables desparramadas por la pĂĄgina, verso libreâ ni a sus temas mĂĄs recurrentes âel amor, la muerte, la infanciaâ; este zumbido obedece a la vibraciĂłn de lo innombrable a travĂŠs de lo nombrado, por ejemplo cuando escribe "la eternidad es esto mismo".