Freidel le dedicó su vida al teatro. Sin seguir modas, sin complacencias, sin concesiones, fiel únicamente a su voz. No le interesó para nada lo material, cosa extraña en una cultura en la que el apego al dinero y la acumulación de riqueza son los signos del progreso. Él hizo todo lo contrario. Trabajó en dos universidades para hacer la única inversión que consideró en verdad valiosa, llevar a escena todas sus obras, sostener sus grupos, en lo emocional, en lo artístico y en lo material. Este libro es una invitación a las nuevas generaciones del teatro del país y de otras latitudes a montar las obras de Freidel desde otras visiones, con lecturas que descubran nuevos hilos en su tejido dramatúrgico, y con puestas en escena de vuelo y riesgo como fueron las suyas en su momento.