La pluma que se anima, se desliza y multiplica las palabras de lo Ăntimo. La idea encerrada entre cuatro mĂĄrgenes. El tiempo ineluctable, que tiende al acopio y, muchas veces, al olvido. La duda siempre. Los papeles que rebalsan el baĂșl de los recuerdos, y entoncesâŠ
Y entonces, un dĂa, Tal vez: un compendio de disparadores, tal como Cristian Moro los califica. Son reflexiones, ideas, pensamientos, cuentos, que sobrevivieron pese al tiempo, a la procrastinaciĂłn y al juicio que su autor hizo de ellos. Todos dejan en el aire un concepto, que flota en su relativismo a sabiendas de que las certezas tienden a diluirse inevitablemente.
Confiesa Moro que no ha estado solo en esta tarea; a sus colaboradores podemos encontrarlos dentro de cada uno de nosotros: integran el bagaje de lo humano.