En el siglo IX a. C. surge una nueva ciudad en la costa del MediterrĂĄneo âen el TĂșnez actualâ, fruto de la expansiĂłn marĂtima desplegada por los navegantes fenicios. Durante casi siete siglos, la ciudad-estado de Cartago crecerĂĄ en importancia, rivalizarĂĄ con la Magna Grecia y con Roma, y alcanzarĂĄ una gran prosperidad, beneficiĂĄndose del comercio de todo el MediterrĂĄneo occidental. Enfrentada a Roma en tres ocasiones en su lucha por la hegemonĂa en el mar âlas guerras pĂșnicasâ, serĂĄ derrotada y destruida en el siglo II a. C., y convertida en la segunda ciudad mĂĄs importante del imperio.
La historia de Cartago es controvertida, pues las fuentes grecorromanas justifican su ocaso y desapariciĂłn, etiquetando negativamente sus costumbres, su cultura y sus gentes. El autor ahonda en la historiografĂa, tratando de superar el mito y las sombras que la envuelven.