Surgió una idea, la soñé y la viví: Me fui a Mendoza a pasar unos días a la montaña. Pero no es solo a las montañas, mi objetivo era subir al Aconcagua, llegar al techo de América y decir acá estoy. Una idea que parecía una locura y terminó siendo una experiencia increíble, donde conocí gente con distintos ideales pero con un mismo objetivo. Y ni que hablar de cada paisaje que te regala la naturaleza, solo basta con cerrar los ojos y al abrirlos ver algo diferente. Nunca imaginé estar en medio de los cerros y hablar de campamentos, de armar una carpa entre las piedras o en la ladera de la montaña, o rodeado de nieve. De llevar el cuerpo al límite de esfuerzo y resistencia, a enfrentar temperaturas muy bajas y fuertes vientos.
Soy hombre de campo y me entreveré con montañistas con experiencia. Pasé de mi lugar en el mundo en la llanura a las alturas de la cordillera.
Todo esto fue sin dudas un desafío personal, pero el gran desafío era allá, en la altura.
"Desafiando a las alturas" es el resumen de casi un año que tardó mi viaje desde el primer día de entrenamiento, llegar muy cerca de la cumbre y regresar.