Este libro interroga algunos de los rasgos recurrentes de la reciente historia cultural. La reflexión sobre lñas nociones de autoría y creación que incluyen a Pierre Menard, autor del Quijote, y a los copistas, compiladores, lectores que, consumiendo, practican esa poética diseminada y sutil que consiste en maneras de usar los productos ofrecidos o impuestos, de poseerlos, ordenarlos, darlos a ver. La noción de representación, que parece haberse desplazado de una metafísica de la ausencia a una atención hacia la opacidad que obliga a detenerse en la superficie del texto como objeto, de las prácticas o las imágenes como ostensión, del archivo o la biblioteca como resultado de una estrategia cultural y política. La renovación de la historia política a través de la dignidad restituida al acontecimiento y la interrogación por las motivaciones y valores que orientan las conductas y las filiaciones. Intenta también mostrar que, más allá de la multiplicación de enfoques, la historia cultural ha abandonado quizá la hybris de la exhaustividad y la transparencia pero no ha renunciado a la erudición y a la objetivación.