Alonso se propone la tarea de acercar la filosofía del derecho a la dogmática jurídica, especialmente a la dogmática penal. Para este fin, recurre a casos jurídicos tomados del derecho penal con la idea de mostrar que las discusiones jusfilosóficas acerca de la problemática de la interpretación tienen relevancia directa para el abogado penalista. En este marco, propone a la interpretación de las normas como una actividad cognitiva compleja en la que cabe distinguir tres etapas: la identificación de las normas, su sisitematización y la determinación de su coherencia. Cada etapa involucra problemas de distinta índole, que deben ser enfrentados con metodologías diversas.