Más que sobre Lima, este libro trata de una formación social específica, los criollos, particularmente los "beneméritos" o descendientes de conquistadores cuyo estudio ha quedado casi siempre relegado al de un pasado colonial que supuestamente se borró y se superó durante la República. Aquí se demuestra que los criollos surgidos de dicha situación desarrollaron estrategias de supervivencia y negociación y muchos hábitos mentales que continúan presentes en el Perú de hoy. Desde las primeras generaciones de criollos surgió una identidad étnica que puede entenderse como "nacional" solo en el sentido arcaico y preilustrado de la palabra, sin afanes necesariamente independentistas, pero sí localizadamente patriofílicos. Así, aunque hable mayormente sobre el pasado, este ensayo apunta a explicar el presente y las falencias de un Estado nacional pretendidamente democrático, obediente de intereses propios del colonialismo interno y la tradicional prevalencia étnica europoide en el Perú.