El fenómeno inmigratorio italiano en la Argentina se analiza en este libro a través de la voz de sus descendientes, de los relatos de vida de las generaciones sucesivas, elaborando algunas reflexiones acerca de cómo los italoargentinos viven, transmiten e imaginan su identidad en el siglo xxi.
La Argentina de hoy está viviendo un momento de integración de nuevos sujetos sociales, procedentes del resto del continente sudamericano, que muestran nuevas identidades y renovados parámetros de comparación. Esto ha comportado una redefinición de la visión de la identidad argentina como nación blanca y descendiente de europeos. En el marco de estos escenarios y de este campo de estudio, las páginas del libro sumergen al lector en un mundo lleno de culturas mezcladas, tradiciones, palabras y sonidos de lugares lejanos -la Italia de los abuelos- y nuevos desafíos que quieren proyectar Argentina hacia el futuro de un continente americano más arraigado y unido. La autora analiza de esta forma las modalidades por las cuales los descendientes argentinos de los inmigrantes italianos se autodefinen hoy en día respecto a sus orígenes, cómo conciben los flujos inmigratorios pasados y recientes, cómo viven la pertenencia a América Latina y cómo sus instituciones, especialmente las escuelas y la prensa, se ubican hoy en la sociedad argentina.
La dimensión personal de estos procesos se analiza a través de fuentes orales, mostrando recuerdos, emociones, miedos e interrogantes de identidades que superan las connotaciones nacionales. La sociabilidad y las instituciones étnicas intentan mantener una "italianidad" que, paulatinamente, va entretejiéndose cada día con influencias nuevas, estrechamente vinculadas con el territorio, desvelando el complejo sincretismo de la "italoargentinidad".