Los cronistas se dedican a hacer crónica urbana de la ciudad, contado su historia, de sus calles y callejones, de sus edificios, de la vida cotidiana de los pobladores, de los vocablos locales, de los personajes ilustres de la ciudad, entre otros temas; pero, en esta ocasión, un grupo de cronistas paceños, acostumbrados a escribir sobre las historias de otros, contarán su historia personal con la ciudad.
A través de la crónica urbana basada en testimonios de los cronistas locales acerca de su vida infantil, adolescente, juvenil y adulta, este libro tiene el propósito de reconstruir e imaginar cómo pudo haber transcurrido la vida de los pobladores en la ciudad de La Paz (Baja California Sur, México) a mediados del siglo XX, en un periodo que podría ir entre 1940 y 1970. Este texto permite al lector ubicar las edificaciones más emblemáticas tanto las monumentales, ya conocidas, como las más modestas. Identificar la casa de las familias paceñas más conocidas, la tienda de abarrotes, las fondas, la nevería, la panadería, la escuela, el mercado, la plaza, la iglesia, las oficinas de gobierno, de correos y telégrafos, la cantina, la cárcel, el hospital, la huerta, las playas, el malecón, el muelle, los paseos al Mogote, al Coromuel, a las Hamacas, al cerro de la Calavera y al cerro Atravesado, a los Bledales, al arroyo del Cajoncito… en un recorrido geográfico por la nostalgia.