Estamos en el año dos mil quince. Quince años nos separan del milenio anterior. Por el momento no veo que la distancia a esa fecha despierte una emociĂłn particular. No tantas cosas han cambiado. De todas formas no voy a hablar de futurologĂa sino sobre la Arquitectura. El milenio que se fue, vio nacer y crecer las Arquitecturas del Movimiento Moderno, su crisis y revisiones constantes. Ahora es tiempo de seguir ejerciendo la profesiĂłn de arquitecto y para hacerlo, estos escritos proponen cinco ideas, cinco caminos. Estos fueron escritos en el año dos mil cuatro y al elaborarlos me impuse un reto que tenĂa dos posibilidades. La primera; elegir un arquitecto concreto, una obra o un solo tema y abordarlo con tal Ămpetu de estudio hasta llegar a la mĂĄs honda de las profundidades, donde la respiraciĂłn se me hacĂa difĂcil y los buceadores eran ya muchos, intentando convertirme en el mĂĄs sabio entre los sabios de aquel objeto de mi elecciĂłn. La otra; reunir aquellos temas que me habĂan seducido durante años en un cĂrculo de intereses que de alguna forma debĂa cerrarse.