Ulises quiere ser titiritero. Para ello, realiza un viaje al mundo de los títeres: ansía conocer a Lorca, a Villafañe y a todos los grandes maestros del teatro de muñecos. Su camino será difícil: deberá vencer las duras pruebas a las que lo somete el Diablo. Ante cada paso, un nuevo obstáculo que enfrentar, y la posibilidad, a la vez, de alcanzar sus sueños.
De eficaz dramaturgia y con referentes intertextuales en función de la puesta en escena, esta obra de teatro aborda grandes temas —la mediocridad, la hipocresía, el facilismo, la ignorancia— con elegancia y sutileza, a la vez que con dinamismo, ironía y humor, y constituye, sobre todo, un homenaje a los maestros titiriteros y al teatro de títeres de todos los tiempos.