(0)

La mediocridad y sus dones

E-book


En el velorio de su antigua musa y amante, un pintor que ya ni cree en su propia obra conoce a una joven. Bella, desesperante, terrible, por primera vez alguien se atreve a decirle en la cara lo que él siempre ha intuido, pero nunca tuvo el valor de aceptar: que su pintura es estéril si no abraza su propia fealdad y le saca de las entrañas, en medio de espasmos, la única belleza de la que es capaz, la belleza de lo que está a punto de derrumbarse. Juntos emprenden una búsqueda, muy probablemente la última, de ese momento final de lucidez, de revelación, de locura, que es la obra de arte.