Con frecuencia buscamos en la Grecia y Roma clásicas enseñanzas para vivir el presente, olvidando que también la Edad Media tiene mucho que mostrarnos.
La Edad Media suele ser percibida como una etapa oscura e irracional, un estigma heredado del relato impuesto por el Renacimiento y la Ilustración.
Esta obra rompe con este mito, pero va más allá y propone una nueva alternativa: enfatizar los valores de esa sociedad que son más aprovechables para mejorar la nuestra, beneficiándonos del legado dejado por esos gigantes, algunos de ellos citados en esta obra: Agustín, Benito, Carlomagno, Hildegarda, Leonor de Aquitania, Bernardo, Abelardo, Tomás, Alfonso el Sabio, Giotto, Dante, Catalina de Siena, Christine de Pizán y tantos otros.
Jaume Aurell rescata las aportaciones fundamentales de este período histórico, y nos propone un decálogo de enseñanzas para nuestro tiempo. Valores como el hábito contemplativo, lo práctico de no ser práctico, el respeto por el misterio, la lealtad y la veracidad, la aspiración al heroísmo, la reforma sobre revolución, el aprecio por la tradición, el sentido lúdico de la existencia, el respeto por los clásicos o la cortesía en el trato son redescubiertos como pilares esenciales de nuestro presente.