Lo profundo es sencilloâŠ
OjalĂĄ nos enseñaran eso en la escuela. OjalĂĄ nos dijeran que toda la diversidad de prĂĄcticas espirituales se basa en algo sencillo y al alcance de cualquiera. OjalĂĄ nos enseñaran a respirar, a entender y expresar nuestras emociones, a conocer cĂłmo funciona nuestra mente, a cĂłmo relajarla, a cĂłmo meditar, a entender nuestro cuerpo de manera holĂstica.
OjalĂĄ nos enseñaran que cada proceso interno tiene un sentido y que todos ellos pueden convivir en armonĂa, que nos hablaran del potencial que tenemos. OjalĂĄ fuĂ©semos conscientes de cĂłmo afecta la espiritualidad a cĂłmo nos relacionamos con otras personas y con el medio ambiente y a quĂ© tipo de sociedades ayudamos a crear.
Sin embargo, nos enseñan que lo profundo es muy complicado, que estå fuera del alcance de un sencillo mortal. Nos dicen que, con mucho esfuerzo y años de dedicación plena, quizås podamos arañar la superficie de lo que unos pocos elegidos han podido alcanzar.
Ya es hora de madurar en la espiritualidad. Dejemos de endiosar a los grandes sabios de los tiempos antiguos y cuestionĂ©monos todo, desde la raĂz. Es hora de que la espiritualidad, en su conjunto y diversidad, sea algo cotidiano y se viva con sencillez, ternura y alegrĂa.
Para tal bello fin, aquĂ comienza un viaje para desaprender la espiritualidad.