Este libro reconstruye las transformaciones en la vida cotidiana en la Argentina de los años sesenta en conexión con los procesos económicos, sociales y políticos. Con esta apuesta aborda un período de singular importancia para comprender la historia contemporánea en nuestro país y pretende hacerlo de otra manera. Propone una narración histórica desde un enfoque multidimensional para entender cuánto de novedad y de permanencia implicaron los sesenta para diversos actores y segmentos de la sociedad y cómo las expectativas de cambio se entrecruzaron con la conservación del status quo genérico, sexual y familiar. Organizados en tres secciones —las juventudes, las familias y las mujeres— los capítulos analizan representaciones, discursos y políticas que modelaron las experiencias de las personas y, al mismo tiempo, signaron las discusiones sobre las nuevas generaciones, las regulaciones familiares, la sexualidad y las relaciones de género en una sociedad convencida de estar viviendo un tiempo de cambios inexorables, marcado por la incertidumbre sobre el sentido que asumirían.