Mientras la niebla se cuela por la ventana, Amelia cierra sus ojos y empieza a fantasear. Con su cabeza en otra parte, se transporta al mar. Los colores, el olor, los animales, el contacto con el agua, puede imaginar y sentir todo lo que estĂĄ ocurriendo por allĂ. Viajamos, volteando las paginas, afuera de su pieza y nos sumergimos en lo profundo del ocĂŠano, en lo profundo de la mente de la niĂąa. Este libro alimenta la imaginaciĂłn de los chicos con sueĂąos vĂvidos para compartir con otros y jugar junto.