La autora analiza pinturas y dibujos realizados por Picasso en el verano de 1906 en Gósol. Habitualmente se ha considerado que buena parte de esta obra formaba parte –aunque una parte excéntrica y heterodoxa, por decirlo así– de la llamada "época rosa". La tesis de Jèssica Jaques es por completo diferente, pues no sólo considera que pinturas, esculturas y dibujos de este verano poseen una entidad propia, sino que suponen un cambio fundamental en la trayectoria del artista, decisivo para su evolución posterior y para la historia misma de la pintura contemporánea.
Jèssica Jaques Pi lleva a cabo un estudio detenido de todas estas obras, que aborda con rigor y minuciosidad poco comunes, describe los "cuadernos" picassianos y establece un catálogo renovado de todas ellas. El libro de Jèssica Jaques Pi es una aportación de gran relieve a los estudios picassianos que, a buen seguro, encontrarán tras su publicación un nuevo desarrollo.