"El mundo se ve amenazado hoy por un nuevo totalitarismo. Las fuerzas que lo forman, no emanan del Estado sino de los poderes anĂłnimos del mercado. Son estos poderes los que someten cada vez mĂĄs a los poderes polĂticos a su lĂłgica totalitaria. La canciller alemana Merkel decĂa: "La democracia tiene que ser conforme al mercado". De eso se trata, la democracia no responde al pueblo sino al mercado. Estamos frente a la disyuntiva de democracia o mercado: un mercado que se impone a todo, en todas partes y en cada momento, o el desarrollo de una democracia que responda a la voluntad de los pueblos y que exija que un mercado sea conforme a la democracia, en cuyo centro debe estar el ser humano.
Los conflictos presentes son conflictos entre la democracia de los indignados, que se enfrenta al totalitarismo del mercado, y este nuevo poder totalitario cuya meta es someter a la poblaciĂłn entera sin ninguna posibilidad de defensa.
Con la declaraciĂłn de la estrategia de globalizaciĂłn vinculada al consenso de Washington se habĂa declarado el mercado como mercado total, y desde entonces se viene desarrollando el sistema. Y la iniciativa para tener el Estado a disposiciĂłn de la promociĂłn del totalitarismo del mercado parte de los poderes econĂłmicos de las burocracias privadas de las empresas. Algo que hemos visto sobre todo en el tratamiento de las deudas externas: la usura llevada al lĂmite.
Partiendo de esto, de nuestra propia historia, en especial del proyecto de reconstrucciĂłn europea de la posguerra mundial, el autor pretende que pensemos nuevas alternativas que, sin copiar, ayuden a afrontar los problemas econĂłmicos y sociales de nuestro tiempo."