El objetivo principal de este trabajo es la búsqueda de la verdad histórica respecto a quiénes fueron los verdaderos y honestos actores de la colonización antioqueña del sur desde las poblaciones de Sonsón, Abejorral, Jardín, Támesis, etc. Desvirtuando así afirmaciones y tradiciones plasmadas en tantos folletos, monografías laudatorias de personajes ambiguos, placas de mármol que silencian el duro esfuerzo de quienes lucharon realmente por la tierra. Se trata, como un objetivo, de empezar a responder a la necesidad sentida de que la historia de la colonización reivindique y presente en su justa dimensión a los hombres humildes y a sus pueblos, puesto que generalmente ha destacado a los terratenientes, a quienes ha adjudicado los méritos de la colonización y fundación de municipios, ya que la tradición colonial de servillismo atribuía a ellos todos los privilegios. Los documentos presentados dan testimonios claros de cómo, tanto las disposiciones realengas como las republicanas, con matrera intención, dieron lugar a la inmensa apropiación, por unos cuantos personajes, de las tierras ya cultivadas o mejoradas por los desplazados de siempre, que confiaban en las doctrinas tradicionales sobre la propiedad para quien tuviera morada y labranza, pero modificadas por socarronas legislaciones, propiciadas por los terratenientes y comerciantes, y acatadas por políticos serviles e interesados. La introducción de la figura del denunciante, la exigencia de títulos papeles o la composición de las tierras, la inaplicación de normas que requerían la siembra de las tierras para conservarlas, la reducción de las tierras de los indígenas y la derivación de éstos en peones, los requisitos imposibles de cumplir por parte de los colonos pobres y mestizos para titular las tierras trabajadas por ellos, la suavidad exigida y luego heredada en la aplicación de normas para los poseedores realengos y luego republicanos, etc.