El recorrido histórico de este libro visibiliza, en diferentes contextos, la presencia escénica de cuestionamientos al binarismo de género imperante y destaca un elemento ignorado por las historias teatrales hasta el presente: la emergencia de la disidencia sexual en las artes escénicas durante los años 60 y sus intentos por desplazarse de la patologización de décadas anteriores. Del mismo modo, propone reconocer los procesos de censura y la obstaculización a la visibilidad pública de las sexualidades disidentes en los discursos teatrales del período. A través del estudio de las experiencias producidas en los escenarios porteños, Ezequiel Lozano argumenta que durante esa década se opera una transformación novedosa en las artes escénicas que visibiliza la disidencia sexual de un modo nuevo, discretamente revolucionario respecto de la transformación de las normas afectivo-sexuales, pero transformador en lo que se refiere al pasaje desde matrices de representación heterosexistas hacia discursos teatrales que visibilizan otras sexualidades posibles fuera de la (hetero)norma.