De la vida a la muerte sólo existen unos segundos. Bien lo saben en Marinao, un municipio situado al oeste de la Ciudad de la Habana, también denominado Arimao en lengua aborigen.
Desde los años setenta esta región se ha visto sacudida por el crimen y la violencia. Allí convergen, además, lugares emblemáticos como el conocido Cabaret Tropicana, fundado desde los años 50 por el que han desfilados figuras de talla mundial.
Mediante la reconstrucción de varios crímenes acontecidos en Marinao, la autora pretende dar voz a sus víctimas y denunciar la violencia, la impunidad y el dolor de sus familiares. Si bien muchos de los verdugos fueron juzgados, la mayoría de las condenas quedaron a medio cumplir por buena conducta y otros motivos.
Arimao es un antídoto contra la impunidad y el olvido, para que crímenes así no vuelvan a suceder jamás.