Aunque nadie lo vea cuenta la historia de un pequeĂąo poblado. Lucelia crece allĂ, palpitando la escritura, territorio donde ella puede verse crecer y despertar un amor que desconoce, prohibido. La nostalgia de una madre perdida en defensa de su patria, su padre de corazĂłn, su maestro en el taller de escritura y la apariciĂłn de su maestra de escuela, Arabela, tejerĂĄn los hilos de una especie de genealogĂa espiritual.
Y frente a esto el poder, la ceguera, la ambiciĂłn, el mecanismo de una sociedad desigual, enhebrarĂĄn conflictos con los hilos secretos que se tejen socialmente. Hilos de una sociedad que tiene un lugar en el mapa: las sierras centrales de la Argentina. El compromiso social, la resistencia, no bastarĂĄn para que la naturaleza responda con su furia y tristeza. Sin embargo, el espĂritu de Arabela, convertida en leyenda, retornarĂĄ como esperanza.
Un relato que se desarrolla a lo largo de un tiempo breve y que desemboca en las inundaciones de febrero de 2015, en Sierras Chicas.
Natalia Costantino deja que hable la voz de un narrador que sabe muchas cosas de sus personajes, pero que no lo dice todo. Y cuando lo precisa, presta su voz a Lucelia, o habilita diĂĄlogos entre los actores de una historia entraĂąable, de esas que han sido escritas desde el amor por la tierra.