Fernando Pineda Ochoa construye una vida fincada en el compromiso polĂtico. Su relato se inicia con los recuerdos de su niñez, adolescencia y juventud. Se trata de una historia teñida de experiencias que nos muestran los pormenores y los conflictos de la provincia mexicana. Van esclareciĂ©ndose asĂ los problemas de una sociedad que se confronta consigo misma en el afĂĄn de encontrar soluciones a problemas ancestrales en medio de u orden polĂtico autoritario, lo que se expresa particularmente en los años cincuenta y sesenta. En las dos Ășltimas partes el testimonio se vuelve una memora histĂłrica indisociable de la realidad social del paĂs. De allĂ la exigencia de volver a ese periodo en que la lucha polĂtica reconocĂa su razĂłn de ser y sus demandas en contraposiciĂłn al rĂ©gimen de la revoluciĂłn burocratizada y de nulas realizaciones para afrontar los retos del desarrollo de MĂ©xico. Esta convicciĂłn conduce al autor hasta una cañada cerca de Pyongyang en cuya base militar habrĂa de llevarse a cabo la preparaciĂłn polĂtico-militar que juzgaba indispensable para alcanzar sus objetivos. Un relato que se entrelaza con experiencias guerrilleras semejantes que se produjeron durante esos años y que dan testimonio de las abiertas contradicciones sociales y polĂticas que han dado lugar a nuestra realidad actual.