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Camino con poesía

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Quiso ser lo que para él era imposible, había escogido la senda equivocada.

Año tras año… fue dejando su vida en el asfalto, su recompensa fue el desahucio, la soledad y el silencio.

Cuando quiso disfrutar de su libertad, grandes tormentas oscurecieron su camino, en el horizonte donde él quería vivir su futuro solo había indiferencias sin medida.

Su pasado se quedó como hojas secas caídas y ablentadas al viento.

Él hubiese querido que su vida fuese una leyenda de poesía viva, pero su senda estaba sembrada de espinas.

Solo los acantilados del mar escucharon sus poemas, allí se quedaron sus lágrimas rotas, bañadas de espuma blanca.

Han vuelto a nacer las Dalias de la esperanza en su corazón.

Ya no vuelan las Gaviotas sobre su cabeza, pero sí vuelan las golondrinas africanas.

Aunque en el horizonte de su pasado tan solo quede el silencio de un olvido.