Año 2100. El avance del feminismo radical y de las leyes de discriminación positiva han llevado el péndulo de la igualdad al extremo opuesto en que había estado durante siglos. Las mujeres tienen ahora el control del Estado y han creado una sociedad misándrica en la cual tener una relación heterosexual puede convertirse en la peor pesadilla imaginable. Ser hombre equivale a ser culpable y la palabra de una mujer puede llevarte al cadalso, o peor aún…