"Este libro sigue algunas derivas de la filosofía de Walter Benjamin para pensar el ""viejo"" problema de la relación entre el arte y la política. El pensamiento benjaminiano permite configurar imaginaria, histórica y políticamente una emancipación a través de la representación que asume la disrupción revolucionaria y subvierte las regularidades de las presentaciones hegemónicas. Como esta inversión se produce para Benjamin paradigmáticamente en el campo de las modificaciones técnicas de los siglos XIX y XX, el libro se concentra en el cine como una esfera privilegiada para cuestionar las historiografías progresivas. La imagen cinematográfica contemporánea que el libro analiza permite en efecto augurar un futuro de politización contra la estetización de la vida que Benjamin tenía delante de sus ojos y problematizar al cineasta como la figura de la subjetividad propia de un tiempo en el que la modernidad, la tecnología y la lógica del espectáculo traban una indisoluble relación."