Ser docente alude a la función básica que cumple cualquier educador de enseñar, transmitir unas informaciones y unos conocimientos. En tanto ser profesor nos habla de un docente que no se contenta con dar clases, sino que, profesando una pasión por lo que enseña, contagia a sus estudiantes del gusto por su disciplina porque vibra, se apasiona, hace de su saber una opción de vida. (…) El educador-maestro es docente, es profesor, pero trasciende a los dos porque se ubica en la posición de aprender, formula preguntas existenciales de fondo, cuestiona, mueve el piso, fomenta el pensamiento secretos de la vida, más que inteligencia y erudición nos regala sabidurÃa. Al lado del maestro uno madura y crece. (…) Un maestro resulta inolvidable. Haber tenido al menos uno en la vida es un privilegio.