"Transité por los caminos de pérdidas humanas con gente de muy diversos trasfondos. Sus historias están escritas indeleblemente en mi memoria. Mi carácter fue modelado intrincadamente por sus tragedias y transformaciones. Es imposible borrar su impronta de mi vida. Están vívidos en mis sueños y en mis reflexiones diarias, no en un sentido mórbido, sino en relación a mis pensamientos sobre el triunfo humano". En este libro le hablan graduados de la escuela del quebrantamiento humano. Detrás del nombre del autor se encuentran cientos de autoridades en sufrimiento, quienes deben permanecer anónimos. Su anonimato no disminuye la fuerza de su mensaje.