Las dos partes de este libro tienen características singulares. En una está la novedad. En la otra, la insistencia. La sociología de la música, como disciplina formal, tiene apenas un siglo de vida. La educación musical ha venido a menos en México y en otros países, y por eso lo dicho hace varias décadas está ganando en trascendencia. El sociólogo Max Weber encabeza al sobresaliente grupo académico cuyas enseñanzas son glosadas en estas páginas, con el criterio de una profesional que no abre horizontes al saber erudito, sino al entendimiento primario de la importancia que tiene la música como sustento espiritual de la vida.