En cuanto uno se da cuenta de que Anchorage no es una gran ciudad junto a la naturaleza sino una gran ciudad en mitad de la naturaleza, todo empieza a encajar. Esta urbe consigue combinar el senderismo y los atascos de trĂĄfico o las pequeñas galerĂas de arte con las grandes petroleras. Entre las grandes cadenas de tiendas y los mini centros comerciales hay mĂĄs de 1600 km de senderos urbanos en zonas verdes escondidas y un riachuelo en pleno centro en el que los pescadores esperan pescar algĂșn salmĂłn.
Justo detrĂĄs del municipio se halla el tercer mayor parque del paĂs, el Chugach, de 2000 km2. La naturaleza siempre estĂĄ cerca, una de las razones por las que la joven poblaciĂłn de Anchorage (la media de edad es de 33 años) es muy activa. Tras pasar unos dĂas en ella, explorando los senderos para bicicletas, frecuentando las galerĂas de arte y cenando en los mejores restaurantes de Alaska se entenderĂĄ por quĂ© la mitad de la poblaciĂłn del estado prefiere vivir aquĂ.
âą Disfrutar del arte y la cultura de Alaska en el Anchorage Museum, un museo de categorĂa mundial.
âą Pedalear por la costa de Anchorage en el Tony Knowles Coastal Trail, con la cordillera de Alaska a lo lejos.
âą Subir en el telefĂ©rico, pasear y saborear una deliciosa comida en Girdwood, pequeña localidad de esquĂ.
Incluye: Anchorage, Al sur de Anchorage, Girdwood, Al norte de Anchorage, Eagle River, Eklutna, Palmer.