La serie de hechos que demuestran la persecución sistemática de los judíos atraviesa las épocas. En el siglo II a. C., tras perpetrar una gran matanza de judíos, el rey sirio Antíoco Epífanes invade el Templo de Jerusalén, lo profana con cerdos y prohíbe los ritos judíos. Más de un milenio más tarde, Lutero escribe que las sinagogas y los libros sagrados judíos deben ser quemados. Ya en plena Ilustración, Kant asegura que «la eutanasia del judío es la religión moral pura».
En este libro, Marcelo Pakman se pregunta por qué y cómo el pueblo judío ha llegado a ser objeto del odio organizado. Su respuesta es que este odio se ha construido por pasos, a través de muchos siglos, mediante la sedimentación de estereotipos que producen un mito sacrificial de lógica mágica: el del Judío, quien, objeto de múltiples acusaciones e idealizado en su poder, debe ser culpable de todos los males de una sociedad. Este mito cumple una función propiciatoria, necesaria para que quienes lo sostienen aspiren a alcanzar sus sueños de grandeza y de dominio.
Con este tratado, Pakman nos trae una lúcida reflexión acerca de las regiones más oscuras del alma humana.