Julia 1029
Su casamentera madre y sus entrometidas hermanas la habĂan sacado de quicio. Tan harta estaba Zoe, que al final aceptĂł asistir a la cita a ciegas en la que todas estaban empeñadas, sĂłlo por una vez y para que la dejaran en paz. Porque, aunque la idea no le gustaba en absoluto, aquel desconocido podĂa hacerle olvidar al hombre en quien no podĂa dejar de pensar: Mike Kwan. Pero le iba a resultar muy difĂcil, pues hasta aquel desconocido del que sĂłlo sabĂa su nombre se llamaba Mike. Bueno, ciertamente era un nombre muy comĂșnâŠ