(0)

Ciudad anidales

E-book


Los textos inĂ©ditos que componen este adiĂłs se van enlazando como un discurso susurrado, lento, de una voz que se va apagando, y los nĂșmeros que los separan son como las pausas para respirar que, quien se despide, necesita hacer. Entre sus sobrecogedoras imĂĄgenes encontramos unas manos diciendo "hasta siempre", unos ojos brillantes al borde de la lĂĄgrima, un "me gustarĂ­a quedarme mĂĄs, pero ya hice todo y estoy cansado". Con todo mi amor y mi dolor, recibo este libro como un tesoro, lo aprieto contra mi pecho y cierro los ojos para ver al amigo de tantas horas y tantas infidencias, tomĂĄndome las manos mientras me decĂ­a: "bella niña mĂ­a". Vean los lectores amigos y no tan amigos, en Ă©l, lo que Omar les haga recordar y, entre todos, mantengĂĄmoslo vivo mientras no muramos de nuestra propia muerte.