La poesĂa de Jorge Ramos extrae su fascinaciĂłn de los objetos cotidianos, cuando encuentra en las cosas y tambiĂ©n en las acciones y en las historias triviales, una profundidad que va mĂĄs allĂĄ de sus meras determinaciones fĂsicas, funcionales y hasta sociales, hasta convertirse en otras. Nada sigue siendo lo que es a primera vista, transfigurado por la imaginaciĂłn, el lenguaje y la rima. No solamente dispone del stock de poesĂa volcada en estas pĂĄginas sino que, sin gran dificultad, se adivinan mayores maravillas latentes en sus objetos, sus acciones y sus relatos, que deberĂĄ seguir develando para todos. Algunas de las ciudades fueron habladas en 2000. El diĂĄlogo con AmĂ©rica, sus gentes, los imaginarios urbanos, sus maravillas cotidianas, ha sido enriquecido por nuevos vagares y divagares. Las vivencias, los recuerdos, la carga emotiva y el habla poĂ©tica han construido miradas plenas de goce, frescura y sentido, ahora enriquecidas y encarnadas por las tintas de Rodolfo Sorondo, un nuevo compañero de viaje, dibujante de estas miradas, quien decide sumarse a estas aventuras, como un "cronista" mĂĄs en el yiraje urbano.