Cocinar un oso

Una envolvente investigación policial con alma de clásico. Tan emocionante como El nombre de la rosa, tan especial como Sherlock Holmes.

Verano de 1852. Durante un paseo por los bosques del norte de Suecia, el pastor Lars Levi Læstadius y el joven Jussi descubren el rastro de una joven desaparecida días antes. Los malos presagios se cumplen al encontrar poco después el cuerpo de la chica con indicios de haber sido atacada por un oso. Læstadius, gran aficionado a la botánica y con un ojo muy bien entrenado para los detalles más pequeños, no ve tan claro que la muerte sea obra de un animal. Cuando una segunda joven sea atacada, en esta ocasión por un desconocido, Læstadius y su joven acompañante emprenderán una atípica investigación que pondrá contra las cuerdas a toda la comunidad.

Yolanda

4/8/2023

Año 1852, en una pequeña comunidad al norte de Suecia(?) durante un paseo el pastor, Lars Levi Læstadius y Jussi (un muchacho lapón que Lars y su mujer, Brita Kajsa, han acogido en su hogar) descubren el rastro de una joven desaparecida unos días antes. Poco después encuentran su cadáver que parece haber sido atacado por un oso. Nuestro pastor protagonista, hombre inteligente, culto, observador y muy adelantado a su época, tiene serias dudas de que la muerte haya sido consecuencia del ataque de un animal y, junto con Jussi, inicia una investigación paralela. Esta novela nos traslada a una tierra y a una época hostil y, por lo tanto, no es de fácil lectura. No por como está narrada, a mi gusto impecablemente, sino por la extrema dureza de alguna de las situaciones que describe. Es una historia de asesinatos sí, pero también de fe, racismo, justicia/venganza y sus consecuencias, corrupción y, por boca de Brita Kajsa, también feminismo. Salvando las distancias, que son muchas, me ha recordado a mi novela favorita “El perfume” y a su protagonista, Jean Baptiste Grenouille.